Solo el Betis, solo el bético

No va a ser la línea habitual de este blog, pero hoy hago una excepción para expresar mi opinión y mi indignación por varios hechos relativos al tema de moda en los últimos días: el ya famoso cántico a Rubén Castro y la más que probable sanción al Betis.

Quede claro desde el primer momento, que el cántico me parece totalmente repugnante y sancionable, a la vez que impropio de un estadio como el Villamarín. Y es que no debemos confundir un grupo de béticos (100, 200 o 1.000, los que sean) con la totalidad de la afición verdiblanca. Sin embargo, las cuestiones que yo me pregunto son las siguientes: ¿por qué solo paga el Betis? ¿Por qué tiene que pagar de nuevo el bético de a pie por algo que no ha hecho?

Que la primera sanción tras el asesinato de Jimmy caía en Sevilla lo sabíamos todos. Mientras tanto, la grada del Frente Atlético (con dos asesinatos a sus espaldas) sigue abierta, sin ningún tipo de castigo impuesto. Tan incoherente como previsible. En la última década, se han cantado o visto cosas igual o más asquerosas que el cántico a Rubén Castro en el fútbol español, la mayoría de ellas sin sanción. Apología del terrorismo, ensalzamiento del asesinato, lanzamientos de objetos como botellas de vidrio, cabezas de cochinillo, mecheros, monedas, gases lacrimógenos, etc. Y también se han escuchado cosas como "Ea, ea, ea, Puerta se marea", "Vascos, hemos venido a acuchillaros", "Por eso yo voy a pinchar al guarro de la Real", "Atocha boom", "ETA mátalo" y un largo etcétera de cánticos, a cada cual más vomitivo. Por no hablar de los numerosos episodios racistas en diversos estadios o los insultos a las novias de los futbolistas ("Shakira es una puta").

¿Pero por qué solo se sanciona al Betis? ¿Es justo que el Betis sea un fijo cada martes en las denuncias de la LFP mientras otros cánticos son ignorados? ¿El cántico a Rubén Castro es lo único violento que se ha escuchado desde diciembre? Dejando claro de nuevo que me parece sancionable, pero no lo único sancionable.

Y esta fijación hacia el Betis no es nueva. Hace unos años vivimos los lamentables botellazos a Juande Ramos y Armando, ambos castigados con el cierre del por entonces Estadio Manuel Ruiz de Lopera. Decenas de miles de béticos pagaron por dos individuos. Más tarde hemos visto otros episodios parecidos (botellazos, mecherazos o monedazos) que se zanjaron sin ninguna sanción o incluso se premió o se realizaron homenajes a las aficiones por "colaborar en la captura del autor" o "desalojar civilizadamente el estadio". Pero si los béticos ayudaron en la detención de los autores de los botellazos a Juande y Armando, ¿por qué al Betis se le castiga y a otros se les premia?

El nulo peso que tiene el club de Heliópolis en los estamentos del fútbol español es más que evidente. Una vez más se vuelve a manchar la imagen del Real Betis Balompié y una vez más paga el de siempre, el bético de a pie. El padre que lleva a su hijo a ver el equipo de sus amores, el niño que va al Villamarín por primera vez, o el adolescente que va con sus amigos a pasar un buen rato de fútbol. Sin que nadie haga nada por evitarlo. Mientras la prensa, tanto local como nacional, ayuda aún más a ensuciar nuestra imagen y mientras el club permanece callado, como si no fuera con él. ¿Hasta cuándo tendrá que soportar el bético todo esto?

Ni hace falta decir que la afición del Betis no tiene nada que ver con la violencia o el machismo, sino todo lo contrario. La afición del Betis se caracteriza desde hace décadas por la fidelidad y la pasión hacia su equipo y el respeto hacia el rival. Aprovecho para difundir la estupenda iniciativa de la web www.videosdelbetis.com #EsteEsNuestroCántico, con la que se pretende hacer ver que "El Beticismo dice NO a la violencia de género": http://videosdelbetis.com/noticias-betis/participa-con-nosotros-en-el-video-contra-la-violencia-de-genero/.