Si por nombres nos guiamos, la temporada 1995/96 fue una campaña de mucho nivel en el Grupo IV, ya que casi todos los principales representantes de las distintas provincias andaluzas estaban en dicha categoría: Real Jaén CF, Granada CF, Córdoba CF, Málaga CF, Cádiz CF y RC Recreativo de Huelva. Los primeros equipos de Sevilla y Betis estaban en Primera, mientras que el Almería se encontraba en Segunda División.
El 4-0 ante el Málaga, en la jornada 33, fue la única victoria que el Betis B pudo conseguir ante alguno de estos equipos, en una temporada en la que el conjunto dirigido por Esnaola se mantuvo en las posiciones de mitad de la tabla. El Málaga estuvo toda la campaña rondando los puestos de play-off de ascenso, pero finalmente se quedaría fuera de ellos con un 5º puesto. En el encuentro de la primera vuelta, el club malacitano había vencido por 1-0 al filial bético. Ambos llegaban a la 33ª jornada tras perder en la anterior: el Málaga había perdido 0-1 ante el Granada y el Betis B había caído 5-2 en el campo del Córdoba.
Esnaola dispuso la siguiente alineación en el Villamarín: Pinto, Víctor, Aurelio, Quico (Morales, m.54), Alfonso, Capi (Gordillo, m.68), Redondo, Jesús Sánchez, Ferrer, Diego Tristán y Gallego (Pedro, m.73).
El Málaga, entrenado por Jiménez Rueda, jugó con Roberto, Camacho (Curro, m.46), León (Las Heras, m.58), Bravo, Ríos, Ocio, Oña, Manu, Santi Verdú (Juanma, m.68), Sousa y Miguelo.
Goles:
1-0 (minuto 1): Diego Tristán.
2-0 (minuto 31): Jesús Sánchez.
3-0 (minuto 49): Diego Tristán.
4-0 (minuto 61): Gallego.
Encuentro arbitrado por el extremeño Diestro Manzano, que expulsó al malaguista Ocio y al portero bético Pinto.
En su primer partido de la temporada en el Villamarín (hasta ahora había estado jugando en otros estadios, como en el Manuel Utrilla de Dos Hermanas), el filial bético cuajó una fantástica actuación ante un Málaga que se vino abajo con el tempranero gol de Diego Tristán, quien realizó un auténtico partidazo y volvería a mojar en la segunda parte. Jesús Sánchez y Gallego marcarían los otros dos tantos heliopolitanos. El resultado incluso se quedó corto, pues los delanteros béticos gozaron de numerosas oportunidades para conseguir una goleada más amplia.
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