La gloriosa historia del primer lustro de los años 30' comenzó con la heroica gesta que llevó al Betis, equipo de Segunda División, a ser subcampeón de Copa en 1931. Fue el 21 de junio de 1931, hace hoy 85 años, cuando el Betis jugó en Chamartín la primera final copera de su historia -siendo el primer equipo andaluz en llegar a una final y el primero de España estando en Segunda-, llevándose el subcampeonato al perder la final por 3-1 ante el todopoderoso Athletic de Bilbao.
Pero empecemos por el principio. Llegaba el Betis al campeonato de Copa tras el intento fallido de ascender a Primera. El Betis había sido líder de la Segunda División 1930/31 durante buena parte de la competición, pero una mala segunda vuelta hizo que el conjunto dirigido por Emilio Sampere acabara en mitad de la tabla. Así, el 5 de abril de 1931, jugó el Betis en Mestalla su penúltimo partido de Liga -aún le quedaba otro ante el Sporting, que debería haberse jugado en febrero pero se suspendió por la lluvia-. El del Valencia fue el último encuentro antes de empezar la Copa y los de Sampere perdieron por 6-0, encajando el peor resultado de la temporada.
De esta forma, no se esperaban grandes expectativas para el campeonato de Copa, que comenzó el domingo 12 de abril con la ronda de 1/16 de final. Ese día el Betis recibía a la Real Sociedad, que había terminado 3º en Primera División, empatado a 22 puntos con Racing de Santander (2º) y Athletic (campeón). Contra todo pronóstico, el Betis endosó un contundente 5-1 al conjunto donostiarra, con goles de Altuna, Romero, Andrés Aranda y Sanz, éste por partida doble. La hazaña era enorme, aunque aún quedaba defender el resultado en el partido de vuelta.
El 14 de abril de 1931 se proclamó la II República, lo que en el plano deportivo supuso la eliminación de las distinciones de realeza en los equipos, tanto en el nombre como en el escudo -la corona-. Así, curiosamente, la eliminatoria que había comenzado como Real Betis Balompié y Real Sociedad de Foot-ball como contendientes, iba a acabar como Betis Balompié y Sociedad de Foot-ball o Sociedad de San Sebastián (que poco después cambiaría su nombre a Donostia FC). Lo mismo ocurría con el propio campeonato copero, que cambiaba su denominación de Copa del Rey a Copa del Presidente de la República.
Antes del partido de vuelta, al Betis le quedaba la intrascendente visita a El Molinón, que se saldó con un 5-0 a favor del Sporting el día 26 de abril. Fue el 3 de mayo de 1931 cuando el Betis visitó Atocha para defender el 5-1 ante el conjunto donostiarra y, aunque pasó bastantes apuros, logró mantener la ventaja. Los de Sampere perdieron por 4-1 un partido que a los 50 minutos ya tenía ese resultado. A pesar del asedio vasco, el Betis aguantó los 40 minutos restantes sin encajar ningún gol más, sobre todo gracias a la buena actuación en la segunda mitad del portero Jesús y los defensas Tondo y Jesusín. El gol bético fue obra de Sanz.
Se clasificó el Betis así para los 1/8 de final del campeonato, ronda en la que se enfrentó a un conjunto más débil: el Badalona, de Tercera División. Sin embargo, también fue una eliminatoria difícil, pues los de Sampere perdieron el partido de ida en Badalona (1-0), disputado el 10 de mayo, y tuvieron que remontar en el Patronato Obrero (2-0 con goles de Adolfo II y Peral) el día 17 del mismo mes.
Un rival mucho más duro se le presentó al Betis en 1/4 de final: el Madrid, que a pesar de haber terminado la Liga en mitad de la tabla, siempre era un rival peligroso, más para un equipo de Segunda como era el Betis. Pero, ante un Patronato Obrero a reventar, el Betis endosó un 3-0 al Madrid el día 24 de mayo, con tantos del madridista Bonet en propia puerta, Enrique y Soladrero. De las crónicas de la prensa, que se deshacían en elogios al Betis, se puede destacar que Zamora, portero del Madrid, fue el mejor de los suyos, ya que entre él y el larguero evitaron lo que pudo haber sido una goleada aún mayor. Como ya hiciese en Atocha, el Betis supo mantener la ventaja en el partido de vuelta, perdiendo solo por 1-0 el día 31 de mayo en Chamartín, campo al que iba a volver dos veces más en aquel campeonato de Copa.
El último escollo a superar antes de la final fue el Arenas de Guecho, que había terminado 5º en Primera División, con los mismos puntos que el Madrid. El Betis perdió el 7 de junio en Guecho por el resultado de 2-1, marcando Adolfo II el tanto bético. En el Arenas jugaba (y marcó en aquel partido de ida) un tal Ángel Martín Saro, futura leyenda del Betis.
El domingo 14 de junio se jugó la vuelta de la semifinal, y como no podía ser de otra forma, se disputó en un Patronato Obrero lleno de seguidores del Betis, que confiaban en la remontada de su equipo para llegar a la final. Venció el Betis por 1-0 gracias a un gol en propia puerta de Arrieta. Como por aquel entonces no había reglas sobre la diferencia de goles, había que jugar un partido de desempate, que se disputó dos días después, el 16 de junio, en Chamartín. Y en Madrid el Betis fue superior al Arenas, venciendo por 2-0 con goles de Enrique y Sanz, convirtiéndose en finalista de la Copa por primera vez en su historia.
Y en la gran final esperaba el Athletic, campeón de Liga, y que había superado a Sabadell, Unión de Irún y Logroño para llegar a la final, que había de disputarse el 21 de junio a las 17:30 horas en Chamartín. En un campo afectado por la lluvia -condiciones climáticas favorables para los vascos, que estaban más acostumbrados a jugar con mal tiempo- y ante más de 20.000 espectadores que se dieron cita en Madrid, el Betis disputó su primera gran final con la siguiente alineación: Jesús "Manos Duras" (que para la segunda mitad que ser sustituido por Pedrosa), Andrés Aranda, Jesusín, Peral, Soladrero, Adolfito, Timimi, Adolfo II, Romero, Enrique y Sanz.
El Betis hizo todo lo que pudo ante el Athletic, equipo superior y con mucha más experiencia que los de Sampere, que formaban un grupo generalmente joven. Además, los vascos se mostraron más acertados de cara a portería, pues aprovecharon sus oportunidades mientras que los béticos fallaron las suyas. Pasados los 50 minutos de partido, el Athletic ya vencía por 3-0 con goles de Aguirrezabala, Roberto y Bata. Poco después logró Sanz el tanto del Betis, que se animó en busca de la remontada y gozó de algunas ocasiones para ello, pero el marcador no se movió del 3-1.
Fue así como el Betis se proclamó, con todos los honores, subcampeón de España a pesar de estar en Segunda División. La plantilla bética fue recibida en la estación de Plaza de Armas por muchos aficionados y por dos bandas de música para dar un merecido homenaje a los subcampeones. Se produjeron los aplausos y los vítores, y los futbolistas del Betis fueron llevados a hombros por los aficionados, orgullosos de lo que había conseguido su equipo.
Durante los siguientes días se celebraron en Sevilla diversos actos en conmemoración al Betis Balompié y sus jugadores, unos muchachos que empezaron a forjar la leyenda bética en los años 30'. Del preciado subcampeonato de Copa en 1931 al campeonato de Liga en 1935, pasando por el primer ascenso de la historia en 1932. Un lustro para la recuerdo, de cuya primera proeza se cumplen hoy 85 años.
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