martes, 26 de mayo de 2015

Segunda nunca más

Casi 50.000 corazones acompañaron al Betis en su vuelta al lugar que le corresponde, con sus correspondientes 50.000 gargantas que llevaron en volandas al conjunto verdiblanco antes, durante y después del partido, siendo el punto álgido de una temporada en la que la afición bética ha dado una lección de fidelidad y amor a unos colores.

Pocas cosas se pueden decir ya de la siempre maravillosa afición del Betis. No se puede poner ni una sola queja a la fiesta vivida el domingo en el Villamarín, una celebración acorde con lo conseguido, lejos de lo desproporcionado que hubiera sido sacar un autobús descapotable a la calle. Un tifo de Betisweb acompañó a la salida del equipo, mientras que Gol Sur ponía más colorido con globos verdes y blancos. Los habituales cánticos de Gol Sur y la Grada 1907 se multiplicaron y ni siquiera la lluvia estropeó la noche. Al contrario, mientras más agua caía, con más fuerza cantaban y saltaban los béticos. El Villamarín, literalmente, tembló al ritmo de 50.000 locos de la cabeza.

En cuanto al partido, más de lo mismo: marcaron los de siempre, Rubén Castro suma 115 goles (32 en esta Liga) y ha hecho 3 dobletes seguidos por primera vez, Jorge Molina está a 4 tantos de Alfonsito, etc. Partido tras partido agrandando sus gigantescos números, llegando a ser repetitivo. Son los dos grandes artífices del ascenso, aunque también hay otros, en mayor o menor medida: Adán, Molinero, Bruno, Figueras, Varela, Dani Ceballos, Portillo, Rennella... Unos serán más válidos y otros menos para Primera División (ése es un asunto distinto), pero las buenas actuaciones de estos futbolistas son los que nos han devuelto a la élite del fútbol español.

Y, para ser justos, gran parte de "culpa" del ascenso también la tiene Pepe Mel, un entrenador que puede tener cualidades y también carencias, pero al que el banquillo del Betis le viene como anillo al dedo. Tras el meritorio 12/12 puntos de Juan Merino, clave en la resurrección del equipo, Pepe Mel supo dirigir al Betis hasta la primera posición, lugar en el que finalmente va a acabar el campeonato. Los números del madrileño son incontestables: 15 victorias, 6 empates y 1 derrota, con 47 goles a favor y 16 en contra, y segundo ascenso como entrenador del conjunto de La Palmera.

Objetivos, metas, obligaciones... Lo único cierto es que el Betis ha cumplido, con dos jornadas de antelación, lo marcado a principios de esta temporada. Lamentablemente, era lo máximo a lo que podíamos optar esta campaña, pero lo hemos conseguido. El Betis ha logrado su 12º ascenso a Primera, 13º si contamos el de Tercera a Segunda. 13, como las barras de nuestro escudo. Ahí debe quedar la cifra. Y 7º campeonato de Segunda, que también debe ser el último.

Dos días después, todavía con la alegría en el cuerpo, hay que empezar a mirar al futuro, que afortunadamente está en Primera División. Como rezaban las pancartas mostradas en la Grada 1907, el bético tiene que cambiar la mentalidad y exigir un club grande que se aleje de la mediocridad a la que nos tiene acostumbrados últimamente, pero, a la misma vez, sin caer en el error de confundir Manquepierda con conformismo y sin poner a ninguna persona por encima del escudo del Real Betis Balompié.

La afición bética ha aprendido la lección, pero parece que los pesos pesados del club también lo han hecho, o eso manifiestan Ollero, Macià y Mel en cada una de sus declaraciones, al igual que los capitanes del vestuario Jorge Molina, Adán y Xavi Torres. El bético puede empezar a sentir una chispita de ilusión con vistas al futuro, pero siempre con precaución. El objetivo a corto plazo debe ser trabajar codo a codo para conseguir la estabilidad necesaria en un equipo de Primera; a medio plazo, volver a entrar en Europa habitualmente; y a largo plazo, por qué no, luchar por algún título de vez en cuando, que no es algo inviable para el Betis.

A nosotros los béticos solo nos queda exigir un Betis que se acerque a lo que merecemos. Que se acerque, porque el club nunca podrá igualar a su extraordinaria y mágica afición. Es imposible predecir qué nos deparará el futuro, lo único que sí sabemos es que en la temporada 2015/16 el Betis jugará por 50ª vez en su historia en la Primera División española. Y, por favor, Segunda nunca más...

No hay comentarios:

Publicar un comentario