A 21 de enero, el crédito de Eduardo Macià comienza a tambalearse debido a la ausencia de incorporaciones invernales que refuercen la plantilla del Betis en sus posiciones más débiles, entre ellas la de extremo izquierdo, la de central y también la de lateral derecho debido a la lesión de larga duración de Piccini.
Si echamos la vista atrás, la parsimonia en fichar en invierno es una mala costumbre del Betis en la última década. A excepción de la campaña 2005/06 (Robert y Tardelli llegaron aún en diciembre), la tardanza ha sido habitual las veces que se acudió al mercado invernal. En la temporada 2006/07, Ilic, Caffa y Pancrate llegaron en los últimos días de enero; en la 2007/08 no se fichó a nadie, mientras que en la 2008/09 la vuelta de Ricardo Oliveira también se hizo esperar hasta los últimos días de mercado.
En los dos años que el Betis estuvo en Segunda solo llegó Jonathan Pereira como refuerzo invernal: lo hizo a mitad de enero de 2010, mientras que en la 2010/11 no se realizó ninguna incorporación. Ya en Primera, se decidió reforzar la defensa en el mercado de invierno 2011/12 con la llegada de Paulao, presentado el 24 de enero. En la 2012/13 llegó Molins, presentado el 19 de enero, aunque el verdadero refuerzo, Dorlan Pabón, se concretó sobre la bocina del mercado invernal. Un año más tarde, Baptistao, Adán y N'Diaye no pudieron evitar el descenso del Betis. El primero fue presentado el 13 de enero, mientras que el portero y el mediocentro llegaron a finales de mes. Por último, el año pasado en Segunda División se incorporaron Portillo y Héctor Rodas: el malagueño arribó a Heliópolis a mitad de enero y el valenciano al final del mercado.
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